sábado, agosto 31, 2013

devolución...


















reencontré tu mirada
y sin saberlo vino a protegerme
de los malos vientos
de los hombres malos

sentí el roce de tu boca
fugaz artero
fuerte en la palabra de tus ojos

hay un instante de dos extremos
que aparecen y se acuestan para acompañar  la soñadera
resguardando de la ponzoña que otros sueltan

entonces entendí / por qué tus ojos
por qué de parto
por qué de principio
decían
de un hilo amante enhebrado