cuatro dedos
como estoicos pinceles en la tierra
no se estiran se dibujan
no hay deforme
es el milagro
de andar cambiando lenguas
no por silencio señalan comunión
sino por ese cordón umbilical inevitable
igual que cuando humana
pujé hijos
labrando asombro y rastro adentro
de mi tierra paridora
areki
6 comentarios:
Sin duda la mujer y la tierra se sienten y se comprenden en el mismo idioma como gestadoras y dadoras de vida, es decir, de amor y de belleza.
Lo que se transluce en la suavidad, sabiduría y canto de tus versos.
Encantado de haberte contactado y espero que este diálogo perdure y se enriquezca por mucho tiempo.
Un gran abrazo!
La fuerza incorruptible de la naturaleza en el árbol observador.
Un texto precioso.
Jesús Domínguez
Hermosos versos.. me gusta tu blog.. te dejo mis saludos fraternos con mucho cariño..
regresare. a leerte
un abrazo
dilman
la mujer y la tierra y el mismo idioma
bello lo que decís y sentido por mi
pero que es lo que hace que una parte de la humanidad no creer en ese dadora de vida de la pachamama que la acusian con depradaciones?
gracias por tu valioso comentario, y también espero sigamos el ida y vuelta
cariños
jesus
"el árbol observador"...bueno eso!!
ellos dicen cosas si nos dejamos silencio y les devolvemos la mirada
gracias por entrar a estos aires
cariños
adolfo
gracias por tus apreciaciones
hacen que sepamos que suenan campanas contestando
regresaa cuando quieras, la puerta siempre está abierta
cariños
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